JOSÉ GILABERT COMENTA VARIOS LIBROS DE IVONNE SÁNCHEZ BAREA

Comentario personal después de la lectura de: “CABALLOS DE FUEGO” “ARMONÍA VERSUS ENTROPÍA, “SENDEROS - VÍRGULAS DE CONFINAMIENTOS” y “111 SIGNOS Y CÓDIGOS - Huellas de una Arquera – ANTOLOGÍA” - de Ivonne Sánchez Barea por JOSÉ GILABERT Tras la lectura de estos libros, más la de “CABALLOS DE FUEGO”, la impresión que se mantiene a lo largo de sus poemas es un deseo de encontrar la verdad y la belleza a través de un humanismo que, sin rehuir un lenguaje pragmático y una visión analítica de la realidad, tiende a la búsqueda de la felicidad en un movimiento hacia la luz que vence a las sombras. La poesía de Ivonne está atravesada por la voz de una mujer que ama el arte y la palabra. La sencillez y la verdad de su lenguaje, junto a una extraordinaria valentía y originalidad en los temas que trata en su escritura, nos ofrecen un universo poético de extraordinaria sensibilidad. “SENDEROS-VIRGULAS DE CONFINAMIENTOS”. - En este libro he ido descubriendo etapas de un relato sobre un viaje intimo hacia el propio mundo interior de la autora. Como muy bien dice en el prólogo María Ángeles Lonardi, “En el camino, en el sendero, todo es cambio”. Por eso, me parece que todo el libro es la narración poética de un viaje iniciático hacia un cambio de paradigma ético. Una narrativa poética con un sustento trinitario: la idea, la palabra y el arte. Es un libro de emociones a flor de piel, de sentimientos encontrados; un libro paradójico donde lo absoluto puede ser relativo y las certezas incertidumbres. Ivonne trata de encontrar la semilla de esperanza que duerme en el corazón de la fragilidad humana. “Senderos” traza los caminos de una búsqueda que, más que respuestas, ofrece claves de interpretación de la realidad. “ARMONÍA VERSUS ENTROPIA “. - Exquisito diálogo entre el pragmatismo científico y la sensibilidad del lenguaje poético. Se trata de una propuesta muy original y atrevida de poetizar, desde una mirada unificadora, sobre los postulados de la ciencia sobre el cosmos, la materia o el átomo. Es la luz acariciando la materia o la materia enamorada de la luz. Quizás este sea el trabajo de más largo alcance de Ivonne al tratar de encontrar el perfil más poético del lenguaje científico. “111 SIGNOS Y CÓDIGOS”.- Si tuviera que resumir en una sola frase estás “Huellas de una arquera” diría que son islas de luz en el mar de las palabras. Hay en el conjunto una singularidad y genialidad que lo entronca con el simbolismo mágico y religioso. La pasión por encontrar destellos de luz en medio de las sombras se expresa en estos poemas desde sensaciones y emociones con una enorme carga simbólica. En estos “111 SIGNOS Y CÓDIGOS”, el pensamiento, la intuición, el deseo, las creencias o la praxis, a pesar de la unicidad que los caracteriza, tienden a la búsqueda de un centro donde converger. Ivonne construye una narrativa sobre el movimiento circular, del mismo modo que el místico, desde su interioridad, sale al mundo para luego volver de nuevo a casa. Es un misticismo encarnado, antropocéntrico, en el que el lenguaje poético logra otorgarle unidad en el poema a lo que está disperso en la realidad.